miércoles, 7 de febrero de 2018


CELEBRAMOS SAN VALENTÍN CONECTANDO CON LA TIERRA

" Estar con los pies en la Tierra” 

El proceso de enraizamiento es anclarse, ir descendiendo de la mente al corazón y a nuestros sentimientos, desde ahí seguir bajando para centrarse en el vientre, sintiendo el organismo que somos. Para sentir nuestro cuerpo, su peso, es imprescindible su conexión con la Tierra, con su energía, este planeta que nos sostiene y nos hace tener un lugar en el mundo.
Esta conexión la experimentamos gracias a esa fuerza magnética del centro de la Tierra que llamamos gravedad y que nos hace sentir nuestro peso. Nuestro cuerpo se yergue en vertical desafiando la fuerza. De aquí surge la postura corporal de equilibrio. Buena base, mantenerse en pie como pegados al suelo, bajando nuestro centro de gravedad debajo del ombligo.
En el asfalto es más difícil esta conexión al planeta. El centro de gravedad óptimo de un cuerpo conectado a tierra está en el vientre pero no muchas personas lo sienten. Esto nos lleva a una sobrecarga en la cabeza. La falta de esta toma a tierra es la  que nos produce aceleración mental.

En contacto con La Tierra, con la Realidad, con lo concreto
Bioenergéticamente el “Enraizamiento” es el proceso que conexión energética con la Tierra. Lo que entendemos con “estar con los `pies en la Tierra” en contacto con la REALIDAD, en lo CONCRETO y con la parte INSTINTIVA. Lo contrario es “estar en las nubes”, en pensamientos o fantasías.


Supone descender el centro de gravedad hacia el bajo vientre fortaleciendo y desbloqueando la tensión de las piernas y la pelvis. Como resultado nos da equilibrio físico, psíquico y tranquilidad. Trabajamos esta conexión a través de danzas de Tierra, sintiendo la parte baja del cuerpo, soltando la tensión de las piernas, desbloqueando las tensiones de la pelvis y fortaleciendo otras cadenas de músculos desde los muslos a los pies.

Conectando con el Centro vital
Desarrollar la conexión con esta zona del vientre o hara  nos permite sentirnos centrados, sintiendo nuestro organismo, sin distraernos en pensamientos negativos o innecesarios y cargados de energía. En este centro vital reside nuestra sabiduría inconsciente, centro de vitalidad y alegría, que también es llamado segundo cerebro. Es el encargado de digerir las emociones, además de los alimentos.
Escuchar las sensaciones del vientre nos pone en armonía con el fluir de la vida. Si notas una sensación desagradable, el cuerpo nos avisa de que estamos pensando o haciendo algo inútil o dañino, por ejemplo.

Conexión con la Vida
Biodanza nos lleva a recuperar el vínculo con nuestro cuerpo, a través del movimiento, con el Otro y con la Madre Naturaleza y el Cosmos. Hay la visión de la Naturaleza como unidad orgánica, sagrada y viva, en la que existe una interrelación simbiótica de todos los seres vivos y fenómenos naturales que lo conforman. Esta toma de conciencia nos lleva al respeto a todo lo viviente, sintiéndonos parte de ello. Biodanza nos lleva a recordar este vínculo afectivo y trascendente, una verdadera relación de respeto y aprecio a la Vida. Y el Universo entero sigue desplegándose incluso más allá de la Tierra
                                                                                           Info y reserva  699 64 21 22


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